Entrevista

Por Alberto Cruz*

En la literatura no son pocos las obras narrativas que utilizan el formato de un diario como recurso literario, de esta manera conectan sus personajes con el lector, buscando una relación más íntima al momento de la lectura. Es el caso de la novela Querido Segis (Editorial De Otro Tipo, 2018) del escritor Moisés Sheinberg Frenkel, en donde el lector conocerá la historia de Clarisa, una adolescente, autonombrada «Tétric», que decide plasmar sus vivencias personales, así como pensamientos, en un diario que va dirigido a un confidente imaginario, al que bautiza como Segis.

Es así como el lector se involucra en la vida de esta adolescente y, por supuesto, conoce los secretos de Tétric, contados en primera persona y con el agregado de no ser una historia necesariamente cronológica, pese a ser esto un diario personal. Los recursos que utiliza el autor nos va desenvolviendo un personaje que oculta más de lo que deja ver al mundo, con profundas preocupaciones acerca de sí misma en aras del descubrimiento del mundo.

En la Revista Desocupado tuvimos la oportunidad de conversar con el autor Moisés Sheinberg quien compartió algunos detalles sobre la concepción de esta narrativa y las influencias que podemos encontrar en las páginas de este libro.

Proceso creativo, el acercamiento a la literatura

«He sido un ávido lector desde muy joven y tenía un amigo escritor que un día me dijo 'tú que tanto has leído a lo mejor deberías tratar de escribir algo' y pues yo le decía 'yo no soy escritor ni estudié letras ¿por qué yo iba a escribir?' Y me dijo 'Saramago es carpintero', Saramago todavía estaba vivo en esas épocas y me sembró la semilla. Luego mi hija chiquita tenía nueve años y estaba tratando de animarla para que leyera; un día le dije 'si te escribo un cuento ¿lo leerías? Sí, claro que sí' y yo con la semilla que me había sembrado mi amigo me puse a escribir Las niñas topo. Mi amigo escritor me dijo 'hay que trabajarlo, hay que tallerearlo'.

«Me metí en un taller con Juan Carlos Quezada, un escritor de literatura infantil que tiene muchísimos libros y fue chistoso porque fue un taller donde nada más era yo. Durante dos meses estuvimos tallereando mi libro y me dice 'mándalo a las editoriales y a la primera a la que le mandé fue a la editorial Jus'».

Actualmente Sheinberg ha publicado tres novelas para niños, «quería escribir algo que no fuera para niños y entré en un taller y estábamos escribiendo cuentos. Se me ocurrió escribir un cuento de una muchacha que quería escribir un diario, pero con toda esta cosa moderna y electrónica, pues un diario era algo muy cursi para una muchacha de entre 15 y 16 años, un diario de papel. Entonces se me ocurrió que la niña necesitaba a alguien con quién platicar cosas, pero no ella quiere escribir un diario, entonces inventa un psicoanalista ficticio y le pone Segis, por Sigmund Freud, y empieza a escribir como si fuera un diario pero dirigido a alguien y ese fue el cuento».

«Escribí ese cuento y son esas semillas que se te siembran en la mente. Pasó el tiempo y dije, 'quiero escribir una novela', me puse a checar cosas y siempre tenía eso como detrás de mí en mi mente y decidí empezar a hacer más capítulos de la vida de esta muchacha sin saber muy bien hacia dónde iba».

El reto de escribir un personaje femenino y adolescente

«Yo soy de una generación anterior, yo nací en el 66, y cuando yo crecí era una época en la que era muy mal visto que los hombres tuvieran cuestiones sentimentales, que los hombres fueran sensibles, entonces, de alguna manera, como que yo quería sacar toda esa parte sensible o pensar en mi parte sensible de cuando yo era adolescente. Y dije, bueno, la forma más fácil de hacerlo sería siendo mujer ¿no?

«Por eso decidí agarrar un personaje femenino para poder expresar toda esta cosa sensible que de alguna manera yo quería expresar, y que entonces no podía, entonces esa fue una solución que me funcionó».

Literatura para jóvenes acerca de jóvenes

Acerca del público al que podría llegar su novela, Moisés aseguró que ésta es una narrativa dirigida a adultos jóvenes. «Cuando lo escribí, lo escribí pensando en un público adulto pero, con los que ha tenido mayor eco ha sido con adultos jóvenes, con chavos de 17, 18, 19 años y con gente que está viviendo los conflictos que tiene esta muchacha. Que están saliendo de prepa y no saben qué hacer, no saben si seguir viviendo en casa de sus papás o si van a estudiar o incluso si vienen de hogares rotos y están viviendo todo este conflicto interno de reencontrarse.

«Es un poco como yo me sentía en esas épocas; me gustaba mucho leer, me gustaba la música clásica, tocaba el piano desde chiquito pero son las cosas que tenías que esconder, porque eran mal vistos cuando yo iba en la secundaria o en la prepa. Yo creo que lo que esta generación merece es una literatura honesta en la que los autores realmente retraten los sentimientos y retraten los problemas que están viviendo.

«Es una generación que siente que no tiene quién la escuche, que los papás están muy ocupados con otras cosas o muy preocupados por querer ser amigos de sus hijos y no son realmente padres, no ponen límites y no los escuchan realmente o no les dan una guía. Algo que en algún momento funcionaba era la religión, que también ha perdido adeptos y ha perdido fuerza.

«El problema más que la oferta es ¿qué están leyendo los chavos? Porque ahora se ha puesto muy de moda la novela gráfica y se lee mucha novela gráfica y hay novela gráfica muy buena y novela gráfica muy chafa, pero por ahí a lo mejor es una forma de llegarles. Me parece muy valioso que la gente lea las sagas como Harry Potter, por ejemplo, que hizo que muchísima gente que no leía empezará a leer y aunque no tiene un gran contenido literario, las historias son muy buenas, tiene mucha imaginación y jala a la gente y los enamora de los libros.

«Hay muchas de estas sagas que sí tienen a la gente leyendo y sí se identifican, por ahí es la entrada, porque para leer alta literatura tienes que empezar por abajo. Nadie empieza leyendo Ulises o leyendo a Cortázar, tienes que empezar desde abajo y subiendo, muchos se empiezan enamorando de los libros con estas sagas».

Influencias

«Un poco en esta búsqueda de la identidad me recuerda cuando leía Hermann Hesse El lobo estepario, un poco La insoportable levedad del ser de Milan Kundera, esta literatura que yo leía cuando era joven y me movía. Tengo tantas cosas en la novela, la protagonista está leyendo un libro que se llama Cosas que hacen BUM de Kiko Amat, que también creo que fue un libro que me influyó en la manera de hablar de los adolescentes y en poder escribir una literatura que al mismo tiempo que fuera profunda tuviera un lenguaje cotidiano.

«Hay un Playlist que se llama 'Querido Segis' donde está toda la música de la novela, me gusta todo este tipo de música considerada como medio dark, incluso música clásica, me gusta la música un poco más oscura como El cuarteto del fin del mundo que mencionan en la novela. En el momento que meto algo de música me pongo a oírla y esa música me inspira, me lleva a otra cosa y meto mucho las cosas que estoy leyendo en ese momento».

Autores

Cinco autores

En Querido Segis una de las constantes son listas de cinco puntos que utiliza la protagonista para ordenar sus ideas, y esto señala el autor que se puede encontrar en la obra del escritor inglés Nick Hornby, «que me parece un escritor muy fresco, es un escritor que también escribe muy cotidiano, muy poco formal.

«Otro escritor que me ha enloquecido es Enrique Vila-Matas, tiene esa escritura como que te estás tomando un café con el escritor, que estás platicando con él y eso me encanta. Desde niño me gustaban mucho los cuentos de Edgar Allan Poe, El gato negro, El péndulo y todas esas cosas de terror me fascinaban de chavito y me siguen gustando. Fernando Pessoa, aunque no tiene propiamente novelas, su Libro del desasosiego me parece fascinante. Paul Auster, la parte gringa de la literatura que es como muy autobiográfica y muy honesta.

Querido Segis obtuvo mención honorífica del Certamen Internacional de Literatura «Sor Juana Inés de la Cruz», convocado por el Gobierno del Estado de México. 

*Beto Cruz es egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Latina. Lector por vocación, escritor por necedad. Coleccionista de libros y revistas. Amante de la música, fan de The Doors, Héroes del Silencio y Molotov. Orgullosamente Coyoacanense.