Crónica

La periodista Perla Velázquez le preguntaba a R., un viejo amigo con el que comparte sus gustos musicales, ¿qué banda ha cambiado el sonido de la música pop-rock después de que lo hiciera Pink Floyd con el genio de Roger Waters?, ¿cuál será la respuesta?

Por Perla Velázquez*

Leí en un encabezado que el primer concierto que Radiohead ofreció en el Palacio de los Deportes no era para "villamelones". No sé qué pensar después de escuchar a más de veinte mil personas desgarrar su voz para entonar "Creep", canción con la que la banda inglesa cerró su concierto.

Agradecí que antes de entonarla Thom Yorke, de una manera sarcástica, se despidiera de sus fans para dar paso a los primeros acordes de la canción. Yo lo interpreté así: "esta canción casi no la tocamos, tampoco es de nuestras favoritas, pero sé que les encanta, así que: ¡ahí les va!". Hace 7 años hicieron lo mismo en el espectáculo que dieron en el Foro Sol, la única diferencia es que la cantaron en su segunda fecha y no en la primera. Recuerdo que en esa ocasión, la efervescencia con la que ahora se maneja la información en redes sociales no era como hoy, entonces, esperé hasta el siguiente día para escuchar las críticas.

En ese lejano ayer, había encendido la radio justo cuando decían que Radiohead ya no iba a regresar a México, que al haber interpretado esa canción era la señal de que estaba diciendo un adiós rotundo y no un hasta luego. La cosa es que no fue así. Thom Yorke y sus compañeros regresaron en 2012 al mismo recinto y este año lo volvieron a hacer para traernos su última obra maestra: A moon shaped pool.

2016: un excitante regreso

El concierto terminó con un éxtasis total, con el camino que dibujó una lágrima en la mejilla de mi compañero de a lado, quien durante todo el recital se limitó a observar y de vez en cuando a sacar su celular para grabar a Thom y sus característicos pasos de baile. Pero para él ese era el momento. Aunque para mí no tanto. Por eso mientras Jonny Greenwood tocaba con la mayor de las energías el bajo yo giré a ver a una multitud entregada.

El preludio a esa canción fue "Fake Plastic Trees", del álbum The Bends, alrededor de cinco minutos de melancolía, las pantallas se llenaron de color verde y del "close up" de todos los integrantes. Con esta canción Radiohead regresaba por segunda ocasión al escenario. Habían hecho un cierre espectacular con "Weird fishes / Arpeggi". Para ese momento su ingeniero acústico había logrado ecualizar bien cada instrumento, así que los detalles musicales se podían escuchar a la perfección.

Veníamos de un éxtasis, éxito tras éxito; la sorpresa de "Let down", "Reckoner", dos tracks que no escucharon los asistentes de la segunda fecha. Lo que sí compartimos en ese primer encore fue "Present Tense", que a pesar de ser un sencillo de su nuevo álbum, la gente lo coreó como si lo conocieran de años atrás.

También, ambos públicos escuchamos el primer final: la forma en que ligaron "Everything in its right place" con "Idioteque", un momento para escuchar solamente el virtuosismo con el que se desenvuelven, lo bien que manejan y respetan cada partitura de la melodía.

Durante la primera mitad del concierto hubo un repaso por discos emblemáticos, los que mejor acompañaban a gran parte del repertorio de A moon shaped pool, porque si hay otra cosa que agradecerle a esta banda es que, al ser una gira promocional de su nuevo material, toquen o su disco completo o más de la mitad de las canciones, por ello "Bloom", "Identikit", "The numbers" fueron ovacionadas a la par que "Nude", "Pyramid Song", "My iron lung" y "The National Anthem".

Antes de que los ingleses pisaran el escenario y las pantallas se prendieran a la par de la música, en el mismo lugar estuvieron Shabazz Palaces, un dúo de hip hop que en momentos fueron ovacionados y en otros abucheados. La pareja lo hace bien, no necesitaron más que sintetizadores para hacer sonar su música en todo el Palacio de los Deportes, si después de leer esta crónica deciden buscar algo sobre ellos les vendrá bien a sus oídos.

Semana de conciertos

Hace unos años platicaba con R, un amigo con el que suelo tener buenas charlas musicales. El tema era el siguiente: ¿qué bandas han vuelto a innovar en los sonidos después de Pink Floyd? No somos expertos en la materia, pero nos aventuramos a hablar sobre ello. Nuestra postura terminó así: Radiohead es esa segunda banda que ha logrado abrir nuestros sentidos para poder percibir uno a uno los detalles en los que se esmeran para generar una pieza.

Días antes fui a ver a Roger Waters al Foro Sol y al Zócalo de la Ciudad, otro gran show que combinó música y espectáculo. Qué gran coincidencia que en menos de una semana escuchara primero algunas de las canciones más emblemáticas de Pink Floyd y después a Radiohead con toda su parafernalia.

De regreso a casa, estupefacta por todo lo que visual y auditivamente había consumido, le conté a I, la teoría que hace tiempo había planteado con R. I me dijo algo con lo que me quedo: “uno de los grandes aportes de Pink Floyd fue la influencia que tuvieron para una cantidad impresionante de bandas, quizás entre ellas está Radiohead, quienes a su vez han influenciado a muchos jóvenes a armar su propio proyecto”.

Imágenes: Cortesía Ocesa.

*Perla Velázquez (Puebla, México, 1990). Es reportera de Canal 22 y La Digna Metáfora. Periodista en "construcción".