Crítica

 

Ópera Cinema

2020-12-15 07:28:19

Este proyecto intenta llevar el bel canto a un público más amplio desde la comodidad de tu auto

 

 

Por Alejandra Flores*

 

Él es Oswaldo Martín del Campo. Es tenor, escritor, conductor de televisión, gestor cultural y en esencia, un amante irredento de la ópera.

Ella es Martha Llamas. Es Soprano, profesora de canto y gestora cultural. Ambos comparten muchas cosas desde hace varios años. Especialmente, su apasionado amor por el bel canto y su difusión.

En 2014, ese deseo por acercar obras operísticas a públicos más amplios, cobró forma en la Asociación Civil Offenbach Operetta Studio, de la cual es parte el proyecto Ópera Cinema. Desde éste espacio, ambos se han dado a la tarea de llevar, tanto a quienes jamás han tenido contacto con la ópera como a quienes tiene la idea errónea de que es un espectáculo para un público selecto, obras envueltas en un nuevo e innovador tratamiento.

“Imagínate una ópera completa avejentada, en blanco y negro y los cantantes participaran musicalizando en vivo. Más práctico, más económico, elegante, poético y podríamos vender los boletos más baratos”, le dijo Oswaldo a Martha en una charla de café, a lo que Martha asintió emocionada. Había iniciado el camino para que surgiera Ópera Cinema.

Óperas reelaboradas a partir de un formato en franca remembranza al cine mudo. Un formato operístico trashumante, alejado de los enormes presupuestos de los montajes tradicionales, con cantantes en vivo.

La cambiale di matrimonio de Gioacchino Rossini, fue su primera apuesta. Con el siguiente título, El retrato de Maese Pedro, llegaron a Navojoa como parte del Festival de Música Antigua y Barroca Alfonso Ortiz Tirado a presentarse ante más de 2 mil niños.

“El cine es el arte que más se ve, en tanto que la ópera es la que menos. Son polos opuestos en consumo cultural; más del 96 por ciento de la población consume cine y menos del 1 por ciento admite haber visto una sola opera en su vida”. Con estos números en mente, Oswaldo y Martha lograron en un formato austero, pero de calidad, unir dos expresiones artísticas que, por su naturaleza, jamás hubieran podido coincidir.

La practicidad del formato hizo posible que Ópera Cinema llegara a escuelas primarias e incluso a población carcelaria de los Centros preventivos y de readaptación social de Tlalnepantla y de Texcoco.

“Desde la secundaria ya quería hacer óperas. Los domingos se iba la luz en mi casa muy seguido, así que caminaba más de una hora para llegar a casa de mi abuela para ver la ópera que transmitían en el canal 11”. “Vi muchas películas de ópera. Sin lugar a dudas la ópera exalta las emociones. Por lo que respecta al cine mudo soy un fan. Recuerdo que en Canal 22 pasaban películas de El Gordo y el Flaco y me divertían más que las caricaturas. Me parecía mágico el blanco y negro”, rememora Oswaldo.

El sueño que guardaba en su corazón desde que era un joven estudiante de secundaria de producir ópera, y que en ese entonces dio como resultado su versión escolar de La Bohéme, hoy es una realidad tangible gracias también al talento y perseverancia de su más ferviente impulsora, la soprano Martha Llamas.

Ambos han visto crecer y dar frutos a una iniciativa en desarrollo a pesar de las condiciones sanitarias mundiales y a la falta de apoyos públicos y privados a proyectos artísticos y culturales. “Es muy limitado lo que un artista emergente lírico puede realizar. En el país hay una compañía de ópera con cartelera estable. No hay nada más. Para que sea rentable, el costo debe ser elevadísimo y a veces ni así, porque hay demasiadas personas detrás, a veces más que en las butacas”, confiesa Martha.

Los conocimientos que Martha adquirió en gestión cultural, fueron cruciales para darle forma al proyecto que finalmente fue financiado por el FONCA, y gracias al cual, produjeron El Ocaso, de Dimitri Dudin y Dos ciegos, de Offenbach.

“Devolverle el carácter popular a la ópera. Imagina proyectar una película sobre los muros de una unidad habitacional. Y que en la noche todos los vecinos se unan a disfrutarla”. Una idea aún en el tintero de esta dupla de talentosos y valientes artistas mexicanos.

La situación de confinamiento generalizado que provocó la propagación de covid-19, no detuvo a esta dupla de creativos. El pasado 25 de septiembre, Ópera Cinema se presentó con gran éxito en la explanada de la alcaldía Benito Juárez bajo el formato de autocinema.

Fue así que comenzó otra vertiente: llevar estas historias en blanco y negro con cantantes en vivo, a un lugar seguro bajo el lema #QuédateEnTuCoche.

Sin riesgos para el público ni para los artistas, el pasado 29 de octubre se presentó en Autocinema Coyote In surgentes el estreno mundial del filme original Gianni Schicchi, sobre la ópera de Puccini. Basada en La Divina Comedia de Dante, narra la historia de una monstruosa familia que ambiciona apoderarse de una fabulosa herencia.

Debido a la exitosa proyección de Gianni Schicchi, el 19 de diciembre  Offenbach Operetta Studio, a través de su proyecto Ópera Cinema presentó Sor Angélica, de Giacomo Puccini en Autocinema Coyote Insurgentes.

 

 

*Alejandra Flores. Periodista mexicana.

Revista Desocupado

 

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