Crítica

 

Los medios digitales en pueblos indígenas; un repaso a vuelo de dron

2017-09-15 08:19:27

El zapatismo fue pionero en el mundo sociodigital

 

 

Lejos de lo que el prejuicio pudiera dictar, las comunidades indígenas en México fueron pioneras en la utilización de internet, como medio de información sociopolítica, y de redes digitales para establecer conexiones globales en sus lenguas originales

 

 

Por Patricio Adrián[1]

 

 

El acceso a internet y el uso de los medios digitales se han incrementado en lo que va de estos primeros 17 años del siglo XXI. Los dosmiles llegaron con el wifi, la Web 2.0, las redes sociales y el “Black Mirror” de las tabletas y los teléfonos inteligentes. La celeridad y vertiginosidad con que entraron las redes sociales a nuestras vidas cotidianas son directamente proporcionales a la saturación de información que el “social media” produce minuto a minuto a través del “multimedia” y, desde luego, al desarrollo y acceso de las tecnologías de la información y la comunicación en estos años.

El acceso y el uso ha llegado también a los distintos pueblos de México y América Latina y, sin embargo, poco se conoce de ello. Buena parte de los estudios realizados sobre medios digitales se han concentrado en ámbitos urbanos, y son exiguos los destinados a áreas rurales y/o indígenas de México, o incluso pueblos urbanos. En este artículo repasaremos cómo ha sido parte de este proceso, a vuelo de dron -permítaseme la metáfora-.

Para explorar lo anterior propongo el siguiente recorrido pretendidamente panóptico: 1) la ruptura del internet con los medios tradicionales y la influencia del zapatismo como ejemplo pionero de apropiación digital; 2) el papel del Estado, y los medios tradicionales en la creación de estereotipos nacionales y la caricaturización de los indígenas; y 3) la experiencia de las radios comunitarias y la inserción de los medios indígenas en las redes socio digitales.

 

Otro modo de consumo y producción de medios: los zapatistas como pioneros

Los medios digitales, a diferencia de los medios tradicionales como la radio y la TV, han permitido mayor autonomía en la producción de contenidos culturales, desde distintas voces de actores sociales, entre ellas las de los pueblos indígenas, pues a diferencia de los viejos medios, los digitales no han estado concentrados ni centralizados. Con el “social media” nunca más se volvió tan viral el lema de YouTube: transmite tú mismo (broadcast yourself). Cada individuo con acceso y uso a internet es un potencial medio: “somos el medio.”

Lo anterior fue entendido muy bien por los pueblos indígenas aglutinados en el movimiento zapatista en 1994, quienes fueron pioneros en México en utilizar las nuevas tecnologías para difundir su lucha a escala global. Previo a la web 2.0, los zapatistas protagonizaron una de las primeras guerrillas que rebasaron el filtro informativo y censura de los medios tradicionales.

La difusión de los emblemáticos comunicados, del entonces subcomandante insurgente Marcos[2] del EZLN, fueron posible gracias al internet; no en balde se llegó a hablar de “guerra en internet”. En ese sentido los zapatistas son, además de precursores, uno de los casos más exitosos, en cuanto a pueblos indígenas que han usado los medios digitales para desafiar al Estado y los medios de comunicación tradicionales controlados y centralizados por él. Con el fuerte eco del zapatismo, en 1997 se creó la Red Telemática de los Pueblos Indígenas y se abrió un espacio para que las organizaciones indígenas de América Latina compartieran información a través de internet.

Muchos grupos indígenas, además de los zapatistas, están usando estas nuevas tecnologías de los medios digitales para establecer conexiones globales y poder expresar, literalmente, desde sus propias historias, desde sus propias voces, cosmovisiones, textualidades y visualidades de la autodeterminación de los pueblos indígenas, pasando por el rescate de la cultura, la identidad y lenguas propias, así como otros temas más particulares y/o coyunturales.

Varios pueblos indígenas de Canadá, Estados Unidos y Australia han desarrollado iniciativas de acceso a las nuevas tecnologías con los medios digitales. Algunos ejemplos se han dado en la Nación Navajo en EE.UU., o de la región Pilbara en el Australia occidental. En América Latina existen varios proyectos en turno que buscan la revitalización de las lenguas como ejemplo está Jaqi-Aru[3], “una comunidad de personas bilingües y trilingües en El Alto, Bolivia, comprometida con promover el uso de la lengua nativa de Aymara en la internet a través de proyectos de traducción y la creación de contenidos usando medios digitales”.

En este mismo sentido se inscriben distintas iniciativas de revitalización lingüística de varias lenguas indígenas de este México diverso y desigual. La discriminación, marginación y pobreza en el que se ha mantenido a los pueblos indígenas ha redundado en la pérdida gradual o total de sus lenguas, pero también en la inclusión de éstas en la red de redes. Algunos ejemplos de esto son los distintos blogs, páginas de Facebook de distintas lenguas y culturas del país.

De éstas se encuentra, sólo por citar algunas de manera aleatoria, y si se quiere arbitraria: en lengua maya Kaambal maya,[4] en otomí las cuentas de Facebook de Otomí Moderno[5] o Memoria Hñäñhu[6] en el Estado de México.

Sin pretender agotar los ejemplos ni por asomo, el énfasis de estos proyectos radica en la apropiación de medios digitales vinculados a su lengua y cultura. Y esto a su vez ha sido posible por diversos factores como los movimientos sociales, las coyunturas de los pueblos indígenas en el marco de los Estados-nación, pero también por enclaves con experiencias de otros medios como las radios comunitarias; que a continuación señalaré, particularmente, me referiré al caso de México.

 

El papel de las radios comunitarias en los nuevos medios sociales indígenas

No abundaré mucho sobre el tema de las radios comunitarias, pues como tema se escapa a estas líneas, pero sin duda han contribuido a que en algunos pueblos indígenas hayan comenzado a reapropiarse y a tejer sus propias historias a través de ellos. En este repaso a vuelo de pluma de los medios digitales en pueblos indígenas, resulta obligado una parada por un lado en la experiencia de los radios comunitarias como antecedente importantísimo; y por el otro, en la construcción de los imaginarios culturales de la cuestión indígena en los medios tradicionales .

Desde sus inicios los medios de comunicación transmitieron contenidos culturales que proyectaban nociones de clase, género y de distinto tipo de identidades de lo que consideraban era México, y de lo quería proyectar al mundo. El historiador y antropólogo Ricardo Pérez-Montfort[7] ha señalado cómo los incipientes medios masivos de comunicación en México, como la radio y el cine, insistieron en la representación de los estereotipos nacionales.

La radio, por ejemplo, también transmitió contenidos del mundo a diferentes zonas de México, y desde sus inicios fue un medio de flujos culturales locales y globales, pero lo que ahí se reproducía y representaba escasamente dejaba espacio para los pueblos indígenas. El poeta nahua Mardonio Carballo[8] ha señalado cómo los medios han transmitido una representación denostada de los pueblos indígenas: “La imagen de “Indias Marías” es la más socorrida, el indio sentado o dormido junto a un nopal o tirado en la banqueta, borracho. El indio idiota, al que fácil se le engaña. Esa es la imagen que se ha hecho de los pueblos originarios mexicanos y sus integrantes. Los medios de comunicación han contribuido enormemente en esta percepción.

La difusión de los contenidos culturales de la radio y la televisión en México, ya sea por la construcción de determinados imaginarios sobre lo indígena o por su deliberada ausencia, ha contribuido al desdibujamiento de la diversidad de grupos indígenas del país, al “representarlos” auditiva e iconográficamente de determinada manera, al construir estereotipos de ellos, al reducirlos a caricaturas de estampa nacional, y contribuir al reforzamiento de la visión dominante sobre lo indígena en México.

Además de lo anterior, los medios masivos contribuyeron a la estandarización de las lenguas de manera oral; sus intereses coincidieron con los de los Estados-nación, en la medida en que apoyaron la difusión y la consolidación de la lengua nacional, que ya venía implementando todo el proyecto educativo de la posrevolución.

Durante el siglo XX, las políticas nacionalistas del Estado mexicano apostaron por la integración de los grupos étnicos a la nación. La enseñanza bilingüe (lengua indígena-español) y la escritura del idioma indígena surgen de las políticas del indigenismo de la década de 1940 en México. Políticas que, por lo demás, no buscaban la reivindicación de esas culturas, sino su integración al proyecto nacional. En ese contexto surgen las radios comunitarias en pueblos indígenas.


Las radios comunitarias y los medios indígenas en internet

En los últimos años del siglo XX y la primera década del siglo XXI surgieron en México un gran número de radios comunitarias, inicialmente fueron parte de un proyecto del Estado para alfabetizar a las comunidades, pero también buena parte de ellas impulsadas por pueblos y organizaciones indígenas. En este sentido, las radios comunitarias tuvieron una gran importancia en mantener la lengua y cultura de la población indígena en el contexto de un “Estado-Nación”.

Algunos ejemplos de estas sobresalientes de radios comunitarias se encuentran en Guerrero, Oaxaca y Veracruz; en este último estado se encuentra Radio Huayacocotla[9] que cumplió 50 años en 2015, y con ello demuestra la constancia e importancia comunicativa y cultural para los pueblos campesinos e indígenas.

Varias de estas radios ahora cuentan con transmisiones en internet y tienen cuentas de redes sociales en Facebook, Twitter o YouTube, y siguen la lógica de lo que Gabriela Coleman[10] ha llamado “provincializar los medios digitales”. Y esto es precisamente lo que iniciaron los zapatistas en México, es decir, no sólo descentraron la noción de un México mestizo al proclamar: “Nunca más un México sin nosotros” o al recolocar a los pueblos indígenas en el centro de la pretendida modernidad primermundista de los acuerdos transnacionales y globales: los zapatistas lograron visibilizar la marginación, la pobreza, la desigualdad en otros medios autónomos, de los cuales ellos eran productores de sus propios contenidos.

Hoy día, muchos pueblos indígenas en América Latina continúan cuestionando a los medios y al Estado; y esto ha sido posible por la emergencia de “medios indígenas”, un concepto acuñado por Faye Ginsburg[11] en 1995 en pleno contexto del uso de la web 1.0. Esto también ha sido consecuencia de las luchas, movilizaciones y acción colectiva de pueblos indígenas por su autorepresentación, autodeterminación, autonomía cultural y la defensa de la tierral; la descentralización, democratización y penetración global de las nuevas tecnologías mediáticas.

Parte fundamental de esta proyección de lo indígena en el social media es, desde luego, el surgimiento de la discusión de la multiculturalidad en pueblos indígenas de Canadá o Australia; pero particularmente en México por el efecto cultural de movimientos como el zapatismo y la articulación de una generación de videoastas, artistas visuales, raperos, escritores y poetas indígenas.

En el país, con los movimiento sociales y la emergencia de nuevas expresiones culturales, se ha pasado de la mirada de la marginalidad de los pueblos indígenas a mirar desde los márgenes, a hacerse oír en las distintas tonalidades, cantos y tesituras de la babel y riqueza de nuestras lenguas indígenas. Esto se ha manifestado en la fotografía, el cine, la narrativa y las ciencias sociales relativas al mirar de lo étnico.

Las imágenes mexicanas sobre lo indígena han pasado de ser retratadas con ojos como los de Sergei Einsenstein (¡Viva México!) o los de Lola y Manuel Álvarez Bravo a ser mirados por las fotógrafas tzotziles Maruch Sántiz y Xunka' López Díaz. La actuación y dirección de hombres y mujeres indígenas zapatistas con el documental La pequeña semilla en el asfalto del tzotzil Pedro Daniel López, (México, 2010) o la docu-ficción Corazón del tiempo (Alberto Cortés, México, 2009) son ejemplos de este viraje sobre la mirada étnica. Ello sin dejar de mencionar el cúmulo de escritores/as indígenas que han empezado a publicar, por distintos medidos, una narrativa bilingüe, español/ idioma indígena.

Todo este corpus de expresiones culturales de distintos pueblos indígenas ha transitado de los Acuerdos de San Andrés impulsados por el zapatismo, hasta debates emergentes como los del intelectual mixe Floriberto Díaz[12], quien reconoce -en la discusión de comunalidad y democracia- a la comunicación y el acceso a los medios como aspectos relevantes de los pueblos indígenas.

El debate sobre los medios digitales en los pueblos indígenas, desde ellos y para ellos está abierto, como lo demuestran varias iniciativas en América Latina, pero queda claro que este debate corresponde cada uno/a de ellas y ellos hacerlo y decidirlo en los modos en que orienten sus resoluciones. Una perspectiva señalaría que aunque haya políticas públicas de inclusión digital para los pueblos indígenas -como la Estrategia Digital Nacional[13] lo presume-, sólo a éstos les corresponde decidir sobre sus usos y al Estado garantizar sus derechos.

Internet ofrece mayores posibilidades no sólo de consumo cultural, sino también de producción, y en ellas las voces, imágenes y textualidades de los pueblos indígenas están abriendo proyectos históricos al devenir y el cambio y a nuevas imágenes a vuelo de pluma y de dron sobre nuestros pueblos indígenas en el contexto de las redes socio digitales, los shit storms, el activismo digital, la difusión de nuevas plataformas para nuevos públicos y ciudadanos del siglo XXI.

Pendiente queda explorar también el lado B del arribo de las redes sociales a los pueblos indígenas en términos más amplios, algunos dirían distópicos, esto es la cultura de las “selfies” (autoretratos), la lógica de los Me gusta, el tiempo promedio de exposición, el consumo global a escala de las redes socio digitales, el acceso de infraestructura digital, el gasto por cuenta propia desde los datos móviles, la producción local propia, la modificación o no de la interacción cotidiana, entre otros temas.

 

Fotografías: David Sosa. 

 


[1] Maestro en Sociología Política por el Instituto Mora. Su publicación más reciente está compilada en el libro: ¿Y si hablas de…sed tu ser hombre? Violencia, paternidad, homoerotismo y envejecimiento en la experiencia de algunos varones, coordinado por Juan Guillermo Figueroa y Alejandra Salguero y publicado por El Colegio de México, 2015.

[2] Ahora subcomandante Galeano.

[7] Ricardo Pérez Montfort, Avatares del nacionalismo mexicano: cinco ensayos, CIESAS, México, 2000,

[8] Mardonio Carballo “Indígenas y medios de comunicación en México. Cuento Cruento” en Derecom No. 7. Nueva Época. Septiembre-Noviembre, 2011

[10] Gabriella Coleman, E., “Ethnographic Approaches to Digital Media” en Annual Review of Anthropology, Vol. 39 (2010), pp. 487-505

[11] Faye Ginsburg, “Indigenous Media: Faustian Contract or Global Village?” en Cultural Anthropology, Vol. 6, No. 1 (Feb., 1991), pp. 92-112.

[12] Floriberto Díaz, “Comunalidad y democracia” en Escrito, México, UNAM, 2007, pp. 25-33.

[13] Entre los objetivos de la Estrategia Digital Nacional del 2013 se encuentra: “[…] profundizar la Campaña Nacional de Inclusión Digital con especial énfasis en personas de origen indígena, adultos mayores, personas con discapacidad y grupos en situación de marginación y pobreza extrema (END, 2013: 28).

Revista Desocupado

 

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