Crítica

Por Patricio Adrián*

Tras bambalinas de Cristina Aun es un atrapante relato, escrito en la modalidad de capítulos breves, cual colección de cuentos cortos o mini ficción concatenados en una novela; incluso podría ser un hilo de Twitter que sin pausa se lee de un tirón.

Tras bambalinas (Ediciones del Lirio/UAN, 2021) es intrigante de tomo y lomo, y en las páginas de esta edición uno se sumerge, a través de distintas voces, en una historia en la que confluyen varias historias, de entre las que sobresale la de un niño que ama a su madre, que venera su belleza de actriz venida a menos, soporta sus excesos y exabruptos.

Probablemente ambientada en la década de 1980, Tras bambalinas de Cristina Aun, nos sumerge a una ciudad, probablemente la Ciudad de México y su vida nocturna marginal, con shows trasvestis y relaciones transgresoras como la que se establece entre Joaquín -el amante de la actriz- y el hijo de la diva, cuyo nombre más que anonimato, queda en el completo olvido. Solo conocemos a Honey Foxxx, la drag que intenta imitar la sensualidad y belleza de su madre en lugares tipo el Bar 9 o en los planteados en “De Púberes Canéforas” de José Joaquín Blanco.

De hecho Tras bambalinas me remite tanto a la novela publicada en los ochenta por el también cronista José Joaquín Blanco, tanto por el erotismo como por las relaciones atormentadas.

Es una novela que abre la puerta a varias historias, mismas que se cruzan, pero que cada una por sí misma es un drama propio: una actriz frustrada con su carrera que se refugia en el alcohol y la cocaína, un amante pedófilo que termina sodomizado, la ambición de otro travesti; una pareja misteriosamente asesinada; todo ello en una historia relativamente corta y muy entretenida hasta que se suelta de un jalón, como quien lee con frescura una revista al sol, tirado en la azotea.

*Patricio Adrián: Lector. Sociólogo. Profesor-investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.